lunes, 21 de mayo de 2018
¿Cómo prevenir la adicción al tabaco?
6 claves para la prevención del tabaquismo a nivel mundial
Actualmente existen muchas acciones destinadas a la prevención del consumo en México, España, Francia, Chile y muchos países más, entre ellas:
- Restricciones en la venta y consumo de tabaco en lugares y edificios públicos;
- Prohibición de la publicidad;
- Prohibición de venta de cigarrillos sueltos;
- Control de las máquinas expendedoras;
- Inclusión de mensajes informativos en las cajetillas sobre los riesgos del tabaco;
- Programas informativos y educativos;
- Incremento del precio;
- Promoción de los derechos de los no fumadores;
- Prohibición en el trabajo, y mucho más.
En el caso de Argentina llama la atención su Programa Nacional Del Control Del Tabaco y a nivel mundial se puede destacar el Día Mundial del Aire Puro en el que se pretende fomentar espacios y ambientes libres de humo (se lleva celebrando desde 1977 cuando la Organización Mundial de la Salud o OMS lo comenzó a promover)
Pero ¿qué podemos hacer las personas a pie de calle para ayudar a la prevención del tabaco en adolescentes y reducir la cantidad del humo que aspiramos como fumadores pasivos? Aquí tienes 6 medidas prácticas sobre cómo prevenir el tabaquismo que cualquiera puede y debe implementar desde hoy mismo:
Prevenir desde el inicio
La prevención del tabaquismo a nivel mundial comienza por dar la suficiente información desde la infancia acerca de las probabilidades de riesgo, enfermedad y peligros para la salud. Esa es una pieza clave así que debemos hacer comprender a los más pequeños que un cigarro es adictivo y un hábito lleno de consecuencias nefastas que además causa enfermedades graves que ponen en riesgo la salud. De los padres depende que un niño y un adolescente tome conciencia.
Tanto en casa como en la escuela hay que implementar una serie de acciones relacionadas con cómo prevenir el tabaquismo, sobre todo informativas y educativas, para evitar despertar su curiosidad ya desde edades tempranas. Si forjamos un hábito de repulsa al tabaco desde la infancia es probable que nunca se despierte su deseo por un cigarro.
No hacerlo delante de menores
La mejor manera de comenzar la prevención en jóvenes y adolescentes es dando ejemplo.
Piensa que los menores tienden a imitar las conductas que ven como habituales así que es esencial evitar que los fumadores se enciendan un cigarrillo delante de los niños y, en caso que los jóvenes ya hayan comenzado, hay que ofrecerles ayuda desde ya para que abandonen el hábito antes que pase más tiempo.
Crear conciencia en la adolescencia
Otra de las medidas es crear conciencia sobre los factores de riesgo al consumir tabaco y sus efectos en el organismo sobre todo en jóvenes de 13 y 14 años dado que esta es la franja de edad más vulnerable.
Si tienes hijos o personas queridas que están en esta franja de edad, pregúntales acerca de sus amigos y si estos fuman, comenta con ellos las imágenes falsas y engañosas que aparecen en las películas donde se presenta el acto de inhalar el humo como algo glamouroso y sensual, y evita regalarles cigarrillos de chocolate (que además, por ley en España, está prohibido).
Mostrar los efectos negativos a corto plazo
Háblales también de los efectos negativos del tabaco a corto plazo tales como mal olor en la boca, dedos amarillos, respiración más corta y la disminución del rendimiento en los deportes.
La mayoría de los jóvenes muchas veces se inician en el consumo de tabaco por probar la experiencia, ser socialmente aceptados o por no poder resistir la presión de los compañeros.
En este sentido, la prevención del tabaquismo en adolescentes también pasa por ayudarles a que piensen con independencia, conozcan todas las consecuencias y tengan herramientas e información suficientes como para no querer encenderse el primer cigarrillo.
Fomentar el ejercicio físico
Hacer deporte mejora la autoestima, ayuda a que niños y adolescentes forjen su carácter, es una forma de controlar los nervios y evitar la ansiedad, enseña a aprender de las derrotas, promueve el trabajo en equipo, ayuda a controlar las emociones, potencia la creación de hábitos saludables y enseña tener responsabilidades.
Y además, está científicamente comprobado que el deporte ayuda a la prevención del tabaquismo, así que debemos fomentar el ejercicio físico sobre todo entre jóvenes y adolescentes para evitar que se inicien en el mundo de los cigarrillos.
Disminuir los niveles de ansiedad en los adolescentes
Cada vez hay mayor evidencia de que existe relación entre cigarrillos y distintos trastornos y enfermedades, como depresión o ansiedad.
A todo eso cabe sumar que a medida que los niños y adolescentes crecen se ven expuestos a muchos cambios corporales y psicológicos con lo cual es normal que sientan muchas veces ansiedad. Esta es una reacción normal del cuerpo y aumenta si estamos expuestos a situaciones de mucho estrés.
Por todo ello hay que tomar medidas también para ayudar a disminuir la ansiedad que provoca el abandono de la adicción en un adolescente.
Educar sobre los síntomas de abstinencia
La mayoría de las personas, cuando comienzan, no son conscientes que un día van a tener que dejarlo si quieren seguir gozando de buena salud, por ello es importante educar sobre los síntomas que ocurrirán durante el período de abstinencia del tabaco.
Entre ellos: sensación de desánimo o tristeza, dificultad para dormir, irritabilidad y mal humor, dificultad para pensar con claridad y concentrarse, sensación de inquietud, nerviosismo, frecuencia cardíaca más lenta y aumento del apetito o de peso entre otros.
Y aunque esas son seis de las medidas que entre todos podemos tomar desde ya para comenzar con la prevención del tabaquismo en jóvenes y adolescentes, todo aquello que sirva para ayudar a educar sobre los riesgos del tabaco es un punto a favor en esta lucha que de un modo u otro nos afecta a todos.
Lo cierto es que es una asignatura pendiente en todo el mundo, y cada uno de nosotros puede poner su granito de arena para evitar que cada vez más jóvenes y adolescentes entren en contacto con el tabaco.
Impedir que tus hijos o seres queridos empiecen a fumar es posible; comienza por aplicar estas claves para complementar las medidas que ya se están tomando en muchos países y hagamos entre todos que el tabaco sea cada vez más una cosa del pasado.
¿Cuáles son las consecuencias de la adicción a la nicotina?
Podrían escribirse varios libros acerca de la adicción al tabaquismo y sus consecuencias —y de hecho, ya existen—, y es que son tantos los efectos causados por la adicción al tabaco que muchas veces cuesta enumerarlos todos.
Por un lado, los adictos al cigarrillo pueden sentir falta de energía, nerviosismo, dolor de cabeza, hambre ycambios en el ritmo cardíaco cuando no tienen tabaco a mano.
Pero no es todo porque incluso hay quien pierde agilidad, memoria y concentración cuando se ve privado de la nicotina. Incluso puede causar también un cambio en el estado de ánimo volviendo a la persona más irritable y malhumorada.
Aunque si hablamos de la adicción al tabaquismo y sus consecuencias no podemos olvidarnos de los efectos devastadores que la adicción al tabaco causa en la salud:
- Aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, laringe, órganos digestivos y aparato urinario.
- Predispone a la bronquitis crónica, enfisema, EPOC y úlcera péptica.
- Favorece la aparición de resfriados y enfermedades cardiovasculares.
- Aumenta la frecuencia cardíaca.
- Conlleva a la pérdida de capacidad pulmonar.
Y muchas consecuencias más que lo único que consiguen es mermar tu calidad de vida.
¿A quién afecta más la adicción al tabaco?
La adicción al tabaco no entiende de razas, género, procedencia ni edades sino que cualquier persona es susceptible a volverse adicta a la nicotina.
Aún así, hay un sector de la población que es más vulnerable: los jóvenes y adolescentes. Existen estudios recientes que demuestran que la adicción al cigarrillo en jóvenes va en aumento, y de hecho la franja de edad más vulnerable es la comprendida entre los 13 y los 14 años con lo cual los adolescentes son quienes más riesgo tienen de volverse adictos a los cigarrillos.
Es por eso que existen multitud de campañas enfocadas principalmente a prevenir la adicción al cigarrillo en jóvenes con el fin de evitar que estos comiencen a fumar.
Por otro lado, hablando de géneros existen estudios que señalan que el tabaquismo afecta más a las mujeres que a los hombres y que la adicción al tabaco tiene mayores efectos negativos en ellas que en ellos.
¿Cómo vencer la adicción a los cigarrillos?
Hay muchas maneras de dejar de fumar y vencer la adicción al tabaco, así como muchos recursos que pueden servirte de apoyo como por ejemplo sentirte respaldado por tus familiares o amigos. En este blog te hablamos de una gran variedad de recursos a tu alcance, como por ejemplo la hipnosis para dejar de fumar.
Pero hay algo que es indispensable para poder vencer la adicción a los cigarrillos: tener el deseo de dejar de fumar y estar plenamente convencido de dejarlo. Y si anteriormente ya has intentado abandonar el hábito y no lo has conseguido, es muy importante que no lo tomes como un fracaso sino como un aprendizaje. Esa es precisamente la clave del éxito: creer en ti mismo.
Una vez ya estés convencido de que quieres dejar de ser un adicto al cigarrillo entonces ya sí es hora de decidir qué método vas a usar para abandonar el tabaquismo: medicamentos, tratamientos alternativoscomo acupuntura o hipnosis, recurrir a los imanes para dejar de fumar, tomar hierbas medicinales, mascarchicles, usar parches o simplemente hacer de tu fuerza de voluntad tu mejor arma para ganar el pulso al cigarrillo.
Dice el refrán que nada es para siempre y que cada final es un nuevo comienzo, y lo cierto es que nunca vas a tener mejor ocasión que esta para empezar tu nueva vida lejos de la adicción al tabaco.
Lo mejor de todo es que cuando lo consigas, vas a agradecer haber empezado hoy mismo a reducir tu adicción al humo, al hábito y consumo de cigarrillos, así como el consumo de sustancias tan nocivas como la nicotina. Te lo decimos por experiencia, el lado de los fumadores es el lado de la salud
QUE ES LA ADICCIÓN AL TABACO
La adicción al tabaco es la necesidad compulsiva de consumir cigarrillos y en concreto nicotina, ya que esta es la sustancia que causa la adicción.
De hecho, a la adicción al tabaco también se la conoce como adicción a la nicotina, dependencia de los cigarrillos o dependencia del tabaco.
Por tanto, cuando una persona no puede vivir sin fumar y tiene deseos constantes de encenderse un cigarrillo hasta tal punto que la privación del tabaco afecta directamente a su vida decimos que sufre adicción al cigarrillo y su salud está en peligro.
Existen tres formas de adicción o dependencia al tabaco:
- Dependencia física: provocada directamente por la nicotina y responsable del síndrome de abstinencia.
- Dependencia psicológica: el hábito de fumar se convierte en una compañía inseparable en diferentes ocasiones y parece imposible cambiar esta relación.
- Dependencia social: fumar sigue siendo un acto social que se hace en grupo y en reuniones con amigos (sobre todo en adolescentes).
Por suerte, existen multitud de métodos para dejar el tabaco para todos los gustos. Además cada uno de estos métodos resulta idóneo según nuestro tipo de dependencia.
¿Cuáles son las causas por la adicción al tabaco (tabaquismo)?
Placer
Es la causa principal del consumo de tabaco y la razón principal a la cual atribuyen los fumadores su adicción al humo de los cigarrillos. Es el propio placer que obtienen fumando.
Así es, son muchos los fumadores que comienzan a fumar por puro placer y cuando se dan cuenta ya son adictos a una droga que es incluso más letal que la heroína o la cocaína. Una droga cuyo consumo aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer o incluso la muerte.
El tabaco tiene un efecto estimulante, otro calmante y además resulta un placer por sí mismo así que muchas personas comienzan a fumar un cigarrillo por simple curiosidad y cuando se dan cuenta se sienten enganchadas a ese falso placer que termina volviéndoles adictos a la nicotina.
Alejar el estrés
El estrés es otra de las principales causas del tabaquismo ya que para muchos los cigarrillos son una buena manera de aliviar el estrés, la presión y las tensiones derivadas del ritmo de vida tan acelerado que llevamos.
De hecho, y por poner solamente una ejemplo, décadas atrás los soldados que combatían en el campo de batalla adquirían el hábito de fumar para así poder lidiar con el estrés en tiempos de guerra.
Hoy en día la situación no es diferente y cada vez son más las personas que comienzan a fumar cuando experimentan períodos de estrés en un trabajo de presión o en situaciones complicadas de la vida.
Para muchos fumadores el estrés sigue siendo una de las principales causas psicológicas del tabaquismo, lo cual convierte a los cigarrillos en un arma de doble filo que te relaja al mismo tiempo que te causa más y más estrés.
Obviamente, existen otras muchas alternativas al tabaco que son mucho más saludables y sin los efectos nocivos de fumar.
Recompensas sociales
Nadie puede negar que existen las causas sociales del tabaquismo, es decir, personas que comienzan a fumar para sentirse integrados o parte de un grupo. Y aunque esto puede suceder a cualquier edad, los preadolescentes y adolescentes son el sector de la población más susceptible a terminar sufriendo adicción al tabaco por satisfacer a sus compañeros.
En otras palabras, el tabaco es una especie de regalo o recompensa social para quienes comienzan a fumar ya que se sienten parte de un grupo y a menudo eso implica aceptación.
Desafiar las normas
Hay dos tipos de personas: las que siguen las normas y las que creen que las reglas están para romperlas. Y son precisamente estas últimas las que tienen más motivos para fumar que el resto.
Por ejemplo, existen muchísimos países en los que fumar está mal visto, en los que hay signos de prohibición por todas partes e incluso países en los cuales existen restricciones en varios lugares públicos.
Esto en sí puede convertirse en una de las grandes causas de fumar ya que para muchos supone una verdadera tentación por el simple hecho de cruzar una línea prohibida, sobre todo para los jóvenes, que son quienes más tienden hacia las conductas de riesgo y de querer romper las reglas establecidas.
Todo eso, sumado a querer desafiar los límites impuestos por los padres, la escuela o la sociedad da como resultado una mayor predisposición a caer en el consumo de tabaco.
Influencia de los padres
Todos los estudios coinciden en lo mismo: los hijos de padres fumadores son mucho más propensos a terminar fumando que los hijos de padres no fumadores lo cual convierte la influencia de los padres en una de las principales causas del tabaquismo.
Incluso existen estudios que demuestran que si los padres no son fumadores pero son permisivos a la hora de permitir a sus hijos ver películas donde se fuma o se bebe en exceso pueden estar animando a sus hijos a fumar aun sin darse cuenta de ello.
Del mismo modo, los padres que ven el tabaquismo como un comportamiento socialmente aceptable aunque no fumen, están dejando la puerta abierta para que sus hijos experimenten con los cigarrillos.
Por eso es tan importante transmitir desde la infancia los peligros de fumar, con mensajes que destaquen los efectos negativos y las consecuencias del tabaco, ya que a medida que el niño crezca tendrá estos mensajes resonando en su mente y es más probable que se mantenga alejado del tabaco ya que tendrá más herramientas para hacer frente a la decisión de fumar o no.
Desinformación
A pesar de que sobre todo en los últimos años se han instaurado en todo el mundo muchísimas medidas para acabar con las principales causas del tabaquismo, todavía existen creencias culturales populares que respaldan que fumar es sexy, cool y glamouroso además de estar bien visto. Eso se debe a la desinformación y a que la publicidad errónea de décadas pasadas todavía retumba en la sociedad.
Incluso hay mitos que destacan que fumar cigarrillos light es menos peligroso, que fumar pocos cigarros al día no hace daño o que ciertas marcas de tabaco son menos dañinas que otras con lo cual muchas personas optan por fumar creyendo que están minimizando los riesgos cuando en realidad están poniendo en riesgo su salud.
Publicidad
No es ningún secreto que la publicidad incrementa el deseo de querer encenderse un cigarrillo, y eso la convierte en uno de los principales motivos de fumar.
La industria tabacalera lo sabe, y por eso durante muchísimos años ha estado dirigiendo campañas masivas y efectivas destinadas a aumentar las ventas de tabaco y asegurar la aparición de nuevos fumadores sobre todo adolescentes, la franja de edad más vulnerable y por tanto la favorita de la industria del tabaco.
Porque no nos engañemos: el tabaco es un negocio y como en todos los negocios se necesitan clientes así que cuantos más fumadores existan mejor que mejor.
De hecho, se han llevado a cabo varias investigaciones que tienen la misma conclusión: la publicidad es una herramienta poderosa que juega un papel muy importante a la hora de decidir si comenzar a fumar o no.
Sin ir más lejos, a finales de los años 60 se duplicó el consumo de cigarrillos entre las mujeres estadounidenses de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años a raíz de una campaña de Virginia Slims enfocada a la liberación de las normas sociales de acuerdo con las ideas del momento.
Una vez se prohibieron las campañas a favor del consumo de tabaco, las ventas de cigarrillos comenzaron a disminuir aunque por supuesto todavía sigue siendo una de las industrias que más dinero mueve.
Auto medicación
Del mismo modo que algunas personas recurren a las drogas y al alcohol en momentos difíciles, hay quienesoptan por los cigarrillos para aliviar los dolores físicos y mentales, convirtiendo la automedicación en una de las principales causas del tabaquismo.
Básicamente, los fumadores adictos al tabaco reportan una elevada gama de sensaciones positivas tras fumar un cigarrillo, que van desde la relajación hasta una mayor sensación de bienestar.
Obviamente estas sensaciones provienen de productos químicos liberados en el sistema nervioso por la nicotina entre ellos dopamina, lo cual significa que el tabaco cambia la química y el funcionamiento del cuerpo una vez la nicotina entra en el sistema nervioso.
Es esa la razón por la cual muchos fumadores se inician en este hábito, ya que para ellos es una manera de automedicarse para enfermedades que les provocan dolores y tensiones. Incluso hay estudios que demuestran que las personas que sufren de enfermedades mentales como depresión o trastornos de ansiedad pueden empezar a fumar porque la nicotina mitiga algunos de sus síntomas igual que ocurre con muchas drogas.
Obviamente, fumar viene con una serie de efectos secundarios negativos que van desde problemas de salud hasta cáncer e incluso la muerte pero muchas veces cuando los fumadores quieren dejarlo ya es demasiado tarde debido a que se han vuelto adictos a la nicotina lo cual convierte el tabaco en un arma de doble filo creándoles cada vez más dependencia.
Predisposición genética
Puede sonarte raro, pero existen multitud de estudios que confirman que algunas personas pueden tener una predisposición hereditaria a las adicciones entre ellas el tabaquismo con lo cual les resulta más difícil que al resto resistirse a fumar.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y cuyas conclusiones se publicaron en el Biological Psychiatry destaca que hay factores genéticos que inducen a recaer en la adicción a la nicotina.
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